Cuando nos sentimos amenazados o en peligro, nuestro cuerpo se prepara para ejecutar dos soluciones rápidas: huir o pelear. Esto hace que nuestro cerebro responda con una serie de señales que, en última instancia, hacen que las glándulas adrenales liberen una oleada de hormonas del estrés, incluyendo la adrenalina y el cortisol.
La adrenalina, por un lado, aumenta nuestros latidos, nos hace sudar y dilata tanto nuestros bronquios como nuestras pupilas. Por otro lado, el cortisol aumenta los niveles de azúcar en la sangre y suprime la actividad de nuestro sistema inmunológico. Todo esto pasa solo por un momento, ya que nuestro sistema se asegura de que todo vuelva a la normalidad rápidamente.
Entonces, imagínate qué sucede cuando esto ocurre frecuentemente. Las situaciones que activan esta respuesta han cambiado con el tiempo, y ahora se manifiestan como eventos estresantes de nuestro día a día, tales como discutir con tu pareja, tener problemas de dinero o enfrentar una tarea difícil en el trabajo.
De hecho, el trabajo es una de las mayores causas de estrés en la vida moderna. 6 de cada 10 trabajadores dentro de las grandes economías mundiales han experimentado un aumento de estrés laboral en los últimos años. Lo que la mayoría de la gente ignora es que la acumulación de estrés puede traer muchísimos problemas para la salud a largo plazo.
¡Sigue leyendo para descubrir los efectos del estrés en tu salud!
Sistema inmunológico
Como la energía corporal se usa para mantenerte en estado de supervivencia y el cortisol sigue suprimiendo tus respuestas inmunológicas, el cuerpo no puede enfocarse en curarse. Esto hace que seas más propenso a contraer enfermedades y que tu proceso de recuperación sea más lento que en condiciones normales.
Sistema digestivo
El estrés puede hacer que empeoren algunas condiciones intestinales preexistentes . Tal es el caso de las enfermedades digestivas, como la colitis ulcerativa o la enfermedad de Crohn. El estrés tiene un impacto en la manera en que absorbemos los nutrientes durante la digestión, lo cual puede ocasionar muchos otros problemas debido a la falta de ciertos recursos en tu cuerpo.
Control de peso
Comer de más o de menos es una consecuencia muy común de estar estresado. Por un lado, comer de más, incluso se ha asociado con la obesidad, debido a las grandes cantidades de comida chatarra que se consumen cuando tu mente intenta reconfortarte al saciar tus antojos.
Por otro lado, comer menos de lo que deberías también puede volverte susceptible a enfermedades como la anemia, debido a la falta de vitaminas y minerales esenciales que tu cuerpo ha dejado de consumir.
Funciones cognitivas
El estrés puede afectar tu memoria a corto plazo y hacer que sea difícil concentrarte en lo que estás haciendo. Este es un círculo vicioso, ya que tener problemas para recordar ciertas situaciones y cometer errores solo te da más razones para estresarte.
Humor y actitud
Si estás constantemente estresado, no sueles estar de buen humor, por lo que piensas que todo y todos son un estorbo. Si no haces nada al respecto, esta mentalidad te puede llevar fácilmente a sufrir de depresión más adelante.
Como puedes ver, el estrés afecta casi todos tus sistemas corporales y trae terribles consecuencias a largo plazo. No lo subestimes. Haz algo al respecto antes de que sea demasiado tarde para poder mejorar tu calidad de vida.